Las pequeñas cosas
No sé si existe un dios para esas pequeñas cosas que nos ocurren cada día. No es fácil pararse a pensar en ellas cuando el ritmo diario no nos deja ni parar a pensar en nosotros mismos. Parece más fácil apreciarlas cuando el resto del mundo nos produce dolor, cuando huyes de toda fuente de recuerdos. Cuando no puedes soportar un momento de vacío y la vida te recuerda que somos pequeñitos, más que hormigas, entonces estás en la escala adecuada; entonces tienes el tamaño perfecto para ver esas pequeñas cosas. Hoy he tendido mis sábanas en el jardín de mi casa...
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