Quién sabe lo que nos deparará el mañana. Quién te dice que no te enamorarás de una argentina y lo dejarás todo cruzando el mundo para intentar vivir lo que sientes. Quién te asegura que la próxima batalla no la vas a ganar. Quién te jura que alguien no se enfrentará a su propia madre para vivir su vida contigo. Quién afirma que no hay más opciones para ti que esperar. Quién y por qué razón te va a negar la posibilidad de soñar con un futuro a tu medida.
Si alguna vez encuentras a semejante agorero, mándalo a paseo y recítale aquel proverbio que me salió en la galletita del take away chino: mientras hay vida hay esperanza; y añádele aquel otro: si quiero, puedo.
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