
Hace ya un tiempo una amiga me sugirió que escribiera algo en mi blog sobre "volver". No, no estoy hablando de
Almodóvar sino de ese pensamiento (o sentimiento) que se revuelve en las entrañas de muchos investigadores tras pasar un tiempo en el extranjero.
Los hay que salen de España con el punto de mira fijo en la vuelta. No se escandalicen pero es que entre los investigadores también hay gente con
"cargas" familiares,
"ataduras" emocionales y otras cosas que generan algo de angustia cuando te tienes que pirar al quinto pino "
para hacer carrera".
Los hay que se van porque quieren estar fuera un tiempo, probar a hacer ciencia en otro sitio (de otra manera), pero tienen desde el principio la idea de hacer currículum pronto y volver. Alguno se preguntará el porqué del
"pronto". Pues verán ustedes, es que en este mundo al revés en el que vivimos, parece que cuanto más tiempo pasas trabajando en una institución de renombre fuera de nuestras fronteras más posibilidades tienes de que no te avisen cuando sale una plaza y que, en caso de salir, la saquen con un perfil muy concretito que te deja a la altura de cualquiera que ha estado llevándole cafés al catedrático de turno el mismo tiempo que tú has estado ausente. Eso te pasa por irte.
Los hay que se van sin ganas y encuentran las fuerzas. Los hay que se van con fuerza y pierden las ganas. Los unos dejan el país por tiempo indefinido, los otros suelen volver a España para dejar la ciencia.
Los hay que se van antes de empezar, que estudian la carrera o hacen el doctorado en el extranjero, y allí siguen después en el postdoc y lo que venga. Vuelven por Navidad y cuando dejan a sus familiares en el aeropuerto se les encoje el corazón y se preguntan si no estará bien ya de vivir fuera, pero luego llegan a donde sea que estén y se dan cuenta de que su país es uno, pero su vida está en otro. Salieron hace tanto tiempo que todo aquello a lo que pueden volver se concentra en unas vacaciones.
Los hay que salen "escopeteaos", con un rebote que para qué después de agonizar en el final de una tesis que debió durar mucho menos y aportar mucho más. Si tienen suerte y encuentran un lugar donde no han de pelear para hacer ciencia, es complicado que piensen en volver como una opción realista. A ver quien se vuelve a meter en ese agujero después de haber costado tanto salir.
Los hay que tuvieron suerte en España y cuando salen ven que no es oro todo lo que reluce y que los mejores en nuestro país no tienen nada que envidiarles a muchos grupos extranjeros, así que tras un tiempo haciendo la escala obligatoria en tierras extrañas, ponen rumbo a la tierra patria con la ilusión de hacer un buen papel más cerca de casa.
Podría seguir dando ejemplos y no acabaría. No pretendo ni mucho menos hacer una lista exhaustiva de casos reales. La mayoría me los he inventado, aunque quizá todos están "basados en hechos reales". ¡Ah! Por si a alguien se le ocurre tratar de adivinar cuál es mi caso, decir que en la decisión de venirme hasta
aquí hubo un par de factores bastante más importantes que la
penosa situación de la ciencia en España, así que no me molesto ni en echarle la culpa a la incompetencia de nuestros políticos y a la ausencia de concienciación en nuestra sociedad.
No sé si esto cumplirá las expectativas de aquella que me lanzó el guante, pero es lo que me ha salido al ponerme al teclear, así que, ahí va.
pd: estoy empezando a hartarme de pegarme duchas MIENTRAS juego a fútbol. Que me expliquen los del climategate, si esto es normal, por qué no sale en las guías
pd2: la foto la he tomado de
aquí
pd3: por favor, tómense la libertad de dejar sus comentarios explicando por qué (no) se fueron, por qué (no) volvieron, por qué (no) quieren volver, por qué (no) pueden volver, o cómo les afecta/ó la ausencia de aquellos que se fueron.