Ya hacía días que quería dejaros esto aquí:
MINORÍAS
En mi pueblo de raza verde
salí entre gris y morado.
Llamé la atención por raro
y nunca me aceptaron en parte alguna.
Ante el agobio de la desventaja
queda la alternativa de ser bufón o ermitaño.
Pero, indolente,
como soy o como me hicieron,
preferí volverme invisible.
Es de José Emilio Pacheco. La leí en papel, pero al he encontrado en la red en Escomberoides y buscándola he encontrado también esta otra en Obituarios urbanos:
MINORÍA
Amo los días nublados (los detesta
al parecer, la humanidad entera).
No me siento
superior a ninguno.
No pretendo
imponerles mi gusto a otras personas.
En consecuencia no le exijo a nadie
el acuerdo conmigo
y no aspiro a que nadie me celebre,
me apruebe, o me comprenda.
Ya es bastante
ser tolerado entre la procesión
del rebaño del Sol
que adoran todos.
Me ha recordado algo que escribí hace tiempo, pero suena mucho más bonito, claro.
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