Unos días antes de que España empezara a reaccionar, yo tomé un vuelo en dirección al este. No llegué a cruzar el Atlántico sino que me quedé en Washington D.C. Tenía un curso cerca de allí durante la semana y volé unos días antes para quitarme de encima el jetlag antes de empezar con la faena seria (y menos mal que lo hice porque, como es habitual, viajar hacia el este me deja KO). La ciudad fue una sorpresa agradable. Resulta extraño sentirse rodeada de historia en estas tierras aunque, como dijo otro cerebro fugado –en su caso de Alemania- con la que paseé por allí, there is something wrong about it (hay algo que no parece que esté bien), y es que, pese a la apariencia vienesa, todo es demasiado nuevo. Además, cuando se ponen a hacer monumentos, son un pelín faraónicos y da la sensación de que Napoleón aún anda suelto. Eso sí, el National Mall es una maravilla de espacio abierto rodeado de museos, todos ellos gratis y muchos de ellos buenos. Lo pasé bien, acabé cansadísima de tanto andar y aprendí, por fin, un poquito de historia americana. Hoy me apetece contaros el viaje con fotos, así que dejo el rollo ya.
Vista modificada de las escaleras de emergencia del albergue
Detalle de las celebraciones por la semana de la policía (debe ser el destino)
Grandes palabrasForo de la libertad; Centro Primera Enmienda
La Casa Blanca por detrás…
… y por delante
Isabel I La Católica reina de Castilla, de Aragón, de las Islas y Tierra firme, del mar océano, presidiendo la entrada a la Organización de los Estados Americanos.
La Tasca en el barrio chino
Museo Nacional del Crimen y el Castigo (¡auch!) En ese no entré.
El carrito de las palomitas
Un Pensador en el Jardín de esculturas de la Galería Nacional de Arte
Miró dando que hablar al otro lado del Jardín de esculturas de la Galería Nacional de Arte
La cafetería en el Museo Nacional de Historia Natural
Acrónimos que parecen fuera de lugar
Música frente al Museo Nacional de historia Natural (sonaba de maravilla ¡y el carro de la compra eran los platillos!)
El primer Gustavo
Un lugar emblemático en la lucha por los derechos civiles en muy mal estado de forma. Ironías arquitectónicas…
Mega estatua de Lincoln situada en el templete que se ve al fondo en la foto de arriba
Discreto monumento a Jefferson
Unas palabrillas de Franklin D. Roosevelt: Ningún país, por rico que sea, puede permitirse el desperdicio de sus recursos humanos. La desmoralización causada por vasto desempleo es nuestra mayor extravagancia. Moralmente, es la mayor amenaza a nuestro orden social.
El pie del también pequeño monumento al presidente Washington
Una baldosa con historia
15 de Mayo junto a la estatua de Einstein
Interpretación de una visión nocturna del Capitolio
Delimitando la zona libre de humo a las puertas de un edificio público – Baltimore: No fumar dentro de las líneas azules
Ayuntamiento de Baltimore (frente a tan poco ostentoso edificio suelen pasar el día, sentados a la sombra de un árbol, aquellos que no tienen dónde caerse muertos)
Librería Barnes & Noble en una antigua fábrica en la popular zona del puerto interior de Baltimore (para pasarse horas disfrutando de la cultura impresa ahí dentro, ¡qué preciosidad!)
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