Dos vagones de tren y una liebre

Será que ya me viene tocando y la sensibilidad está tan desbarajustada como las hormonas, pero en un par de días se cuentan ya dos ocasiones en que la cristalina resbaló disimuladamente desde el espejo de mi alma hasta la funda de mi almohada. En ambas ocasiones fue por culpa de un vagón de tren y aunque para no alargarme demasiado no podré dedicarles a ninguno de los dos los honores que merecen, no dejo de pensar que al hablar de ellos en el mismo espacio su mensaje sale fortalecido.

El primer vagón hizo su último viaje el año 2001 desde un museo en Alemania hasta la pequeña localidad de Whitwell en Tenessee, EE.UU. Allí, ya hace unos años, unos cuantos profesores iniciaron con sus alumnos el proyecto "paper clips" que pretendía reunir seis millones de clips, aproximadamente uno por cada judío víctima del Holocausto. Tras un gran esfuerzo inicial enviando cartas y peticiones, los cálculos auguraban que al ritmo de donaciones que llevaban tardarían unos diez años en conseguirlo. A bit depressing… Con la dedicación de los Schroeder (un matrimonio de periodistas alemanes) y el salto a la prensa y la televisión nacionales, los estudiantes de Whitwell Middle School reunieron más de veintisiete millones de clips en apenas unas semanas.
Symbols make us think; symbols can change the world; and sometimes, symbols are all we have to help maintain our resolve, even in our darkest and most tragic days.
Con el esfuerzo de los vecinos construyeron un monumento en el que uno de los vagones que trasladó a las víctimas del holocausto hacia un campo de concentración en Austria alberga once millones de clips - seis por los judíos exterminados y cinco por los homosexuales, católicos, gitanos y víctimas de otros grupos que corrieron igual fortuna. Junto a ellos se exponen el libro que escribieron los Schroeder y una maleta llena de notas de disculpa a Anna Frank escritas por una clase de un colegio alemán. El documental, que se estrenó en 2004, ha cosechado numerosos premios en diversos festivales de cine.
If we have made such a big difference, think what the world can do if they try.

El otro vagón era de película y lo arrastraba la misma locomotora que llevaba a Gandhi y a una masa de seguidores. Junto al vagón que nos ocupa corría una mujer en sus cuarenta con una niña de unos siete años en brazos. Ambas lucían shari blanco y cabeza rapada. La mujer suplicaba a los ocupantes del tren que se llevaran a la niña de allí. Una cara conocida asomó entre los pasajeros y aquel buen hombre extendió sus brazos y tomó a la niña.


The absent are dead for they are cold.

Water narra la historia de la pequeña Chuyia quien antes de tener edad para salir a la calle sola se ve casada con un hombre mucho mayor que ella y poco después, tras la muerte de éste, convertida en una viuda a la que las sagradas escrituras reservan tres opciones: quemarse en la pira funeraria de su marido, vivir una vida de celibato, disciplina y soledad entre las que son como ella o, si la familia lo permite, casarse con el hermano menor del difunto. También con tremendo recibimiento de la crítica, la película se estrenó en 2006 recibiendo numerosos premios y nominaciones (incluida la de Oscar a mejor película extranjera).
There are over 34 million widows in India according to the 2001 Census. Many continue to live in conditions of social, economic and cultural deprivation as prescribed 2000 years ago by the Sacred Texts of Manu.

Para dejaros con una sonrisa, añado una anécdota que ocurrió poco después de empezar a garabatear sobre estos vagones de tren en mi bloc de notas. Caminaba por el campus y al girar una esquina me encontré una enorme señal "Stay away. Work in progress. Wet pavement". Varios conos naranjas de al menos un metro de altura rodeaban la zona y sostenían una banda amarilla al más puro estilo CSI. Alguna neurona en mi cerebro procesó automáticamente la información de la señal y rectificó mi trayectoria pero por algún motivo seguí mirando a la capa fresca de cemento… sobre la que asomaron dos orejillas vivarachas arrastradas por un cuerpo redondillo marrón parduzco. Tap, tap, tap y saltito a saltito la liebre dejó sus huellas en el fresco pavimento, cual estrella de Hollywood en la avenida de la fama.

2 comentarios:

  1. ¡Ya me gustaría que me cundiese el tiempo tanto como a ti!
    Lo encuentras todo, lo lees todo....y te queda tiempo para comentarlo. ¡Bendita juventud!
    La experiencia pesa, al menos a mi, y nos convierte en "tortuguillas"
    Un besico de mami

    ResponderEliminar
  2. Yo nací tortuga :o) así que igual la experiencia me está sentando mal y por eso parece que ahora hago más. De todos modos, si vieras la pila de notas de cosas que quiero comentar y sobre las que no llego a escribir nunca... En esta entrada decidí hablar de los dos trenes porque si no sabía que alguno no llegaba a destino, que con tanta clase los ratos muertos se reducen.
    ¡Gracias por seguir leyendo!
    un beso también para tí

    ResponderEliminar