Cadena de... riñones

Hace ya años que Haley Joel Osment me dejó algo así como un poso en el alma cuando ví su interpretación en la película Cadena de favores (Pay it forward). El pequeño Trevor, que así se llamaba su personaje, inició un original proceso como proyecto para su clase: hizo un favor a tres personas distintas, y les dijo que para agradecérselo solo debían seguir la cadena. Este niño tiene algo que me conmueve y, a pesar de que Kevin Spacey, otro de los personajes principales, a mí personalmente no me acaba de gustar, la película es recomendable.
Tiempo después Will Smith, que nunca podrá perder del todo la imagen de Príncipe de Bel Air, hizo un papelón en Seven Pounds (Siete almas). Tras un grave accidente, el joven Ben se las arregla para conseguir que siete personas reciban las donaciones que cambiarán sus vidas. Tiene algo de inexplicable, de que no podría ocurrir en la realidad, pero es una buena película que aconsejo ver con un paquete de pañuelos a mano.
Dándole una vuelta de rosca al concepto de hacer favores y donaciones, el año pasado ví My sister’s keeper (La decisión de Anne), que trata los dilemas alrededor de la vida de una niña que fue concebida y seleccionada para ser histológicamente compatible con su hermana, enferma de leucemia. Años después de ser su donante de médula, se presentan complicaciones y su hermana necesita un trasplante de riñon para sobrevivir. Esto no es más que el principio de la película y recomiendo muy mucho verla, incluso hacer que la vean los chavales en el instituto, porque trae tela.
Lo que vengo a contaros, sin embargo, no es una película, sino un hecho real. Leí en ElPaís.com y me llega de nuevo a través de madri+d, que se ha realizado en España el primer trasplante en cadena con donantes vivos. Por supuesto, el órgano trasplantado ha sido uno de los pocos que tenemos duplicado, el riñón, así que no se ha matado a nadie para salvar a otra persona. Al parecer, cuando necesitas una donación, además de estar en la lista de espera habitual, puedes estar en la lista de receptores de un órgano procedente de un donante vivo cuando algún miembro de tu familia está dispuesto a donar pero no es compatible contigo.
Pese a ser una potencia mundial en cuanto a número de donaciones, en esto no somos los primeros, ya que este tipo de trasplantes ya se realiza en otros países. En otras ocasiones se han hecho trasplantes cruzados en los que familiares de pacientes han donado su órgano a otro paciente cuyos familiares a su vez han donado un órgano al primero. El 6 de abril, sin embargo, se realizó el primer trasplante en cadena en que el círculo (o cuadrado, o triángulo:-) no se cerró, ya que fue iniciado por una persona que no necesitaba un órgano para ningún familiar suyo. Fueran cuáles fueran sus motivaciones, olé por él. Nada menos que tres pacientes han podido conseguir el órgano que necesitaban gracias a su gesto altruista. Lástima que por motivos de histocompatibilidad la cadena no pudiera ser más larga.

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