Esto sólo es para alumnos valientes

[transcripción]
Esto sólo es para alumnos valientes

Ayer, martes 11 de mayo, un compañero vuestro fue agredido a la salida del instituto.

Algunos opinan que el agresor fue un valiente, un machote. Nada más lejos de la realidad, ir a por el pequeño, el indefenso, el extranjero, el de otra raza, el que vive sin padres en un centro de acogida, no es de ser valiente, es ser un COBARDE y otras cosas más.

Pero éste no fue el único COBARDE, hubo otros:

Mientras se producía la agresión, otros compañeros vuestros, patearon al mismo chico, incluso mientras otros compañeros y profesores vuestros intentaban separarlos, aprovechaban para entrar, dar una patada y salir corriendo, amparados en la bulla. Estos son aún más COBARDES, menos hombres, no sé cómo llamarlos.

¿Acaso no sabéis que una patada en el hígado, los riñones, el bazo, el pecho, la cabeza, etc. puede matar a una persona?

Por éstos no fueron los únicos cobardes, hubo otros:

Los que animaban a que siguiera el linchamiento, COBARDES.

Los que NO HICIERON NADA, COBARDES. SÍ, COBARDES también.

Con este tipo de actitudes, sólo se consigue fomentar la violencia, el machismo, el racismo, la xenofobia… No sólo los que agreden, sino quienes lo permiten. Hay que evitar estas conductas y sancionarlas cuando se producen, antes de que sea tarde. ¿O sólo os vais a mover cuando maten a alguien? Cuando tengamos otra Marta. Cuando sea un compañero cercano, ¿os moveréis? ¿Es menos persona un compañero de otro? ¿Es menos persona alguien más pequeño, de otro país, de otra raza?

Y cuando seamos nosotros, ¿seremos menos? ¿tendrán derecho a pegarnos?

Me resisto a creer que las charlas, las actividades, las excursiones que hacéis en el día de la mujer, de la paz, etc. no sirven para nada, confío en que sólo unos cuantos de vosotros seáis unos COBARDES. Y también confío en ue cuando alguien insulte o agreda a otro, no os pongáis de su lado, sino que lo aisléis, si no lo hacéis seréis igual que él.

Señalar, denunciar y reprender al que maltrata es ser una persona, un hombre, una mujer. HAZLO si eres VALIENTE.

Maltratar, participar, alentar y callar es de COBARDES.

Algunos estáis a tiempo de dejar de ser COBARDES. Otros no. ¿Tú dónde estás?

Los profesores estamos aquí para algo más que enseñaros asignaturas, para ayudaros a ser mejores personas, no desaprovechéis esta oportunidad.

Antonio Ledesa
Profesor de valientes
(Por favor, los cobardes, no digáis que yo os enseñé a serlo)

via periodismohumano

Entre palabras

DSC_0121-1 Esto del ciberespacio promueve uno de mis mayores defectos y es que cuando leo algo interesante y hace referencia a otra cosa, voy para allá y allí encuentro otra referencia y allá que voy de nuevo, y me sigo alejando del objetivo inicial de mi búsqueda, yéndome por las ramas sin solución de continuidad hasta que me olvido de cómo empezó todo y, la verdad, no llego a ningún final. En realidad es como jugar a "El tiempo es oro" pero perdiendo el oremus y como aquí sólo hay que hacer "clic" acaba una dando tantas vueltas que ya no sabe cómo encontró qué ni cuándo.
Hace ya días que añadí a la lista de links del blog un diccionario la mar de simpático que encontré en uno de mis ciberviajes. El blog se llama "el arca de las palabras" y lo escribe una chica argentina, Celeste Mazzadi, que además de encontrar vocablos curiosos, unos más olvidados que otros, tiene mucha gracia para acompañarlos con imágenes cazadas en internet.
Ya cuando lo encontré se despertó en mi cabeza una vieja idea, y es que no sé cuántas veces habré empezado la lista de palabras "típicas de Codos", unas veces por mi cuenta y otras veces con ayuda de alguna que de verdad es oriunda de tan estimado lugar. Nunca llegó a ser muy larga la lista por culpa del escaso tesón que me caracteriza y la extraña facilidad con que pierdo los papeles que no están agarrados al lomo de un libro o cuaderno -menos mal que se cruzó en mi vida la carpetita de fuelle molleskine que ahora siempre me acompaña y que de tantos apuros me ha sacado en los últimos años (a esto se le llama hacer publicidad gratis, pero es que es verdad, le estoy muy agradecida por sus servicios y además de práctica es la mar de mona).
Estoy segura de que en todas las listas que empecé estaban cuatro palabras que aún hoy resuenan de vez en cuando en mi cabeza sin más motivo que el eco de lo familiar, la melancolía por lugares lejanos y el cariño por aquellos de quienes las aprendí. Hoy he dado un paso más allá del dejarlas resonar y las he buscado en el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua y para mi satisfacción, y quizá también sorpresa, todas ellas sin excepción están recogidas en aquél que dicta lo que es castellano y lo que no. Aquí las dejo para quien quiera recogerlas:
Empiezo con un adjetivo, laminera, y lo pongo en femenino porque en la mayoría de las ocasiones venía referido a alguno de los personajes femeninos del clan familiar (de hecho, casi siempre era yo :-)
laminero1, ra.
1. adj. Que hace láminas. U. t. c. s.
2. adj. Que guarnece relicarios de metal. U. t. c. s.
laminero2, ra.
(De lamín).
1. adj. goloso (‖ aficionado a comer golosinas). U. t. c. s.
2. f. rur. Ar. Abeja suelta que se adelanta a las demás al olor del pasto que le agrada.
Supongo que no hace falta decir que la acepción adecuada a la ocasión era la segunda.
Sigo con un sustantivo, badil, que no sé si me gusta más por su significado, por sus formas sobre el papel o por cómo suena. "Anda a por el badil, maña, y recogeremos esto"...
badil.
(Del lat. batillum).
1. m. Paleta de hierro o de otro metal, para mover y recoger la lumbre en las chimeneas y braseros.
Para acabar casi nada más empezar, añado dos verbos. El uno que siempre me fascinó desde lo más profundo del concepto al que está asociado:
barruntar.
(Quizá del lat. promptāre, descubrir).
1. tr. Prever, conjeturar o presentir por alguna señal o indicio.
¿Cómo se las apañan las moscas para barruntar las tormentas? Pues no lo sé pero lo hacen, o al menos en mi pueblo lo hacían ¿Y por qué me fascina a mí semejante palabra? ¿Será la conjetura, será el presentimiento, o será que el destartalado barómetro que llevo a cuestas en la cabeza también, a su modo, "barrunta las tormentas"?
El otro, al que estoy tentada de declarar mi favorito:
capuzar.
(Del lat. caput, cabeza, y *puteāre, sumergir).
1. tr. chapuzar.
2. tr. Mar. Cargar y hacer calar el buque de proa.
Aunque, la verdad, y no es por llevar la contraria a los académicos, nosotros, con un poco de suerte, al capuzar metíamos sólo el pie. Más que nada porque si te caes de cabeza al río Grío más que capuzar te matas… El vocablo da sentido al nombre de aquella Isla de los capuzones, sobre todo para quien ha estado allí y ha resbalado sobre las lisas piedras ¡ai! – chof - ¡Capuzó! O capucé, o capuzamos, porque está la conjugación completa
capuzar
Lo que no acabo de ver es eso de "formas no personales". Por mucho infinitivo que sea, capuzar no deja de ser algo muy personal, conlleva su estilo ¡y qué decir del capuzando que es gerundio!
Pd: La mosca de la foto barruntaba algo en su vuelo rasante sobre las innumerables piedras de la Playa de los Muertos, ese maravilloso rincón que se esconde en el límite norte de la costa del Cabo de Gata y que ni siquiera la horrible central térmica situada a pocos metros consigue echar a perder (sobre todo si se va uno al extremo sur, tras el peñasco con forma de cabeza con tupé que tapa las malas vistas)
Pd2: Ni que decir tiene que espero animosa vuestras contribuciones a la lista de palabras típicas de ese pintoresco lugar de la comarca de Calatayud
Pd3: Acabo de descubrir que nuestro pequeño rincón ya no está dejado de la mano de google y se puede dar un paseo por las calles de Codos con su monigote amarillo. Puedo asegurar que las fotos son bastante recientes, aunque sigan llamando a la plaza “del General Franco”

Conversaciones con ROCA

Una mano en el estómago da un calor que de algún modo transmite tranquilidad. No es la mano que busco, pero con el tiempo ésta ha adquirido la experiencia que permite hacer bien el trabajo cuando ya no queda vocación.

Una mano en la frente, codo clavado en la taza, libera a ese globo hoy macizo, de su propio peso, permitiendo aún los espasmos que suben del infierno ácido que se ha gestado en mi estómago.

Pero no viene todavía, y sólo queda esperar de rodillas, agazapada sobre mi silencioso amigo blanco, hasta que las primeras aguas acuden a los incisivos. Entonces sé que ya está aquí y me yergo en mi nueva estatura para afrontar lo que viene.

Mi estómago empieza a palpitar; la mano que daba calor tiene ahora que ayudar a estabilizar las contracciones -no es plan de fallar el tiro desde una distancia tan corta después de tantos años de baloncesto-.

Por un rato sigo allí, contándole a mi amigo lo que comí ya hace horas. Él, inmutable, escucha y espera la orden para alejar de mí al fantasma. Ya sólo queda esperar un poco. El frescor de la pasta de dientes ayuda a borrar las huellas de lo sucedido.

Si cierro los ojos puedo sentir todo el tracto nervioso tras mi ojo izquierdo; a veces también en el derecho y algo más atrás, como si quisiera bajar e inmovilizarme el cuello.
El cerebro no puede doler porque no hay receptores, pero que me cuelguen si la sensación no es tal cual como si cientos de neuronas estuvieran gritando de dolor ahí dentro.
Todas a la vez; y no se callan; y te vas a dormir y no las oyes pero en el momento en que abres los ojos comienzan a gritar otra vez, todas a una pero sin ningún orden. Dolor, dolor, dolor, y sólo quieres silencio, oscuridad y el calor de… unas sábanas que no se muevan de tu lado.

Camino a la cama agarro un par de ibuprofenos, una botella de agua y una bolsa de plástico. Todos dormirán hoy junto a mi cama. Cuando despierte dentro de unas horas y sienta que el balón de rugby se calmó, alargaré la mano para alcanzar esos 600 mg de anestesia y echaré un trago de agua, más por hidratación que por ayudar a tragar, y me daré la vuelta.

Con suerte, cuando despierte de nuevo sólo quedará un clavo en mi ojo izquierdo y podré desayunar algo acompañando a los otros 600 mg. No es bueno tanto tomate a estómago descubierto. Ya; pues como no se inventen otra forma de tomarlo, yo bastante tengo con no echar la pastilla como para tentar a la suerte con algo más.

Otro día que se fue sin poder ser persona. Otro día que pasaré sintiendo la debilidad de quien sabe que no tiene el poder de decidir. Un día menos en la cuenta atrás hasta la próxima. Siempre vuelve; no falla; puedes contar con que vendrá, tarde o temprano, otra migraña.

¿Qué reto quieres hacer realidad en el 2030?


La Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) ha iniciado una acción de participación ciudadana con motivo de la presidencia española de la Unión Europea y con el respaldo del Ministerio de Ciencia e Innovación. La iniciativa es sencilla: nos preguntan a los ciudadanos qué reto queremos ver hecho realidad en los próximos veinte años. Personalidades como Jane Goodall, Norman Foster y Margarita Salas han propuesto catorce retos entre los que los ciudadanos pueden elegir su favorito.

No es que el cinismo que he adquirido con el tiempo me permita soñar con un mundo en el que les dices a tus representantes lo que es importante para tí y dónde han de poner el dinero y ellos van y lo hacen, pero la semilla utópica que llevo dentro se niega a dejar de intentar germinar, así que yo ya he dejado mi voto por un mundo más verde. Los retos son de lo más variado y desde aquí os invito a elegir el vuestro. Aunque la votación acabe en el cajón de un funcionario europeo, no deja de ser interesante ver qué dice la gente, con qué mundo soñamos y qué prioridades tenemos. Asusta pensarlo pero 2030 ya está aquí...

Dos vagones de tren y una liebre

Será que ya me viene tocando y la sensibilidad está tan desbarajustada como las hormonas, pero en un par de días se cuentan ya dos ocasiones en que la cristalina resbaló disimuladamente desde el espejo de mi alma hasta la funda de mi almohada. En ambas ocasiones fue por culpa de un vagón de tren y aunque para no alargarme demasiado no podré dedicarles a ninguno de los dos los honores que merecen, no dejo de pensar que al hablar de ellos en el mismo espacio su mensaje sale fortalecido.

El primer vagón hizo su último viaje el año 2001 desde un museo en Alemania hasta la pequeña localidad de Whitwell en Tenessee, EE.UU. Allí, ya hace unos años, unos cuantos profesores iniciaron con sus alumnos el proyecto "paper clips" que pretendía reunir seis millones de clips, aproximadamente uno por cada judío víctima del Holocausto. Tras un gran esfuerzo inicial enviando cartas y peticiones, los cálculos auguraban que al ritmo de donaciones que llevaban tardarían unos diez años en conseguirlo. A bit depressing… Con la dedicación de los Schroeder (un matrimonio de periodistas alemanes) y el salto a la prensa y la televisión nacionales, los estudiantes de Whitwell Middle School reunieron más de veintisiete millones de clips en apenas unas semanas.
Symbols make us think; symbols can change the world; and sometimes, symbols are all we have to help maintain our resolve, even in our darkest and most tragic days.
Con el esfuerzo de los vecinos construyeron un monumento en el que uno de los vagones que trasladó a las víctimas del holocausto hacia un campo de concentración en Austria alberga once millones de clips - seis por los judíos exterminados y cinco por los homosexuales, católicos, gitanos y víctimas de otros grupos que corrieron igual fortuna. Junto a ellos se exponen el libro que escribieron los Schroeder y una maleta llena de notas de disculpa a Anna Frank escritas por una clase de un colegio alemán. El documental, que se estrenó en 2004, ha cosechado numerosos premios en diversos festivales de cine.
If we have made such a big difference, think what the world can do if they try.

El otro vagón era de película y lo arrastraba la misma locomotora que llevaba a Gandhi y a una masa de seguidores. Junto al vagón que nos ocupa corría una mujer en sus cuarenta con una niña de unos siete años en brazos. Ambas lucían shari blanco y cabeza rapada. La mujer suplicaba a los ocupantes del tren que se llevaran a la niña de allí. Una cara conocida asomó entre los pasajeros y aquel buen hombre extendió sus brazos y tomó a la niña.


The absent are dead for they are cold.

Water narra la historia de la pequeña Chuyia quien antes de tener edad para salir a la calle sola se ve casada con un hombre mucho mayor que ella y poco después, tras la muerte de éste, convertida en una viuda a la que las sagradas escrituras reservan tres opciones: quemarse en la pira funeraria de su marido, vivir una vida de celibato, disciplina y soledad entre las que son como ella o, si la familia lo permite, casarse con el hermano menor del difunto. También con tremendo recibimiento de la crítica, la película se estrenó en 2006 recibiendo numerosos premios y nominaciones (incluida la de Oscar a mejor película extranjera).
There are over 34 million widows in India according to the 2001 Census. Many continue to live in conditions of social, economic and cultural deprivation as prescribed 2000 years ago by the Sacred Texts of Manu.

Para dejaros con una sonrisa, añado una anécdota que ocurrió poco después de empezar a garabatear sobre estos vagones de tren en mi bloc de notas. Caminaba por el campus y al girar una esquina me encontré una enorme señal "Stay away. Work in progress. Wet pavement". Varios conos naranjas de al menos un metro de altura rodeaban la zona y sostenían una banda amarilla al más puro estilo CSI. Alguna neurona en mi cerebro procesó automáticamente la información de la señal y rectificó mi trayectoria pero por algún motivo seguí mirando a la capa fresca de cemento… sobre la que asomaron dos orejillas vivarachas arrastradas por un cuerpo redondillo marrón parduzco. Tap, tap, tap y saltito a saltito la liebre dejó sus huellas en el fresco pavimento, cual estrella de Hollywood en la avenida de la fama.