Cuando las palabras dan significado a una imagen
That was sooo cool!!!!
Nos hemos tomado un bocata mirando al mar agradeciendo la suave temperatura que nos ha acompañado hoy y charlando de todo un poco, como hacemos habitualmente, aunque esta vez no ha sido en español (fallo de la profe que entre olas con luces y áfricas está un poco despistada). Ya nos volvíamos cuando nos ha dado por volver a probar en los charcos. Qué disfrute ver cómo el agua se encendía al salpicar. Nos agachábamos al encontrar rincones de las rocas en los que las algas parecían haberse depositado y la luminiscencia se repetía al salpicar de nuevo porque, en general, parecía que a los bichillos se les acababan las pilas después de un par de salpicones. Pero, ¡ja! eso ha sido hasta que aquí a la menda le ha dado, no sé por qué razón, por meter el culo de la botella de plástico en el agua y empezar a girar ¡Aquello no se apagaba nunca! La botella ha dejado de ser divertida cuando he metido la mano y he empezado a agitar los dedos para ver como el agua alrededor de mi mano se volvía azul, ¡azul neón! Solo había que meter la mano bajo la superficie y aquellos bichejos no se cansaban de brillar formando una nebulosa que hacía que mis dedos se dibujaran al más puro estilo Tron.
No he capuzado, pero me he puesto los vaqueros hechos un asquito de apoyar las rodillas para meter el brazo hasta el codo y empujar olas brillantes. Me lo he pasado pipa, y me he acordado un montón de mi sobrino. Las ranas de Codos no tienen nada que hacer al lado de un agua que echa luces. Mañana mismo nos íbamos los dos enfundados en un neopreno a chapotear e iluminar el Pacífico para delirio de los que nos vieran desde la orilla y regocijo nuestro.
Pescando en las redes sociales
Conjugación del verbo 'votar': yo voto, tu ganas, él pierde, nosotros nos jodemos, vosotros os forráis, ellos se van al paro. PON ESTO EN TU MURO SI ESTÁS DE ACUERDO EN QUE NO HAY PAN PARA TANTO CHORIZO
Dale vida a tu corazón con un poquito de chocolate
¿Tele para los niños? Solo educativa, gracias
Perdonadme el atrevimiento pero me ha parecido interesante traducir este resumen de un artículo publicado en la revista Pediatrics que he leido esta mañana. The Immediate Impact of Different Types of Television on Young Children’s Executive Function (El efecto inmediato de diferentes tipos de televisión en la función ejecutiva de niños pequeños) por Angeline Lillard y Jennifer Peterson, del Departamento de Psicología de la Universidad de Virginia.
Objectivo: El objetivo de esta investigación era estudia si un programa de televisón rápido influye inmediatamente en la función ejecutiva (autoregulación, memoria de trabajo) de niños en edad pre escolar.
Metodos: Sesenta niños de cuatro años fueron asignados al azar a ver un programa de dibujos con ritmo rápido, a ver un programa de dibujos educativo o a dibujar durante 9 minutos. Después se les asignaron cuatro tareas requiriendo función ejecutiva, incluyendo el clásico retraso-de-gratificación y la Torre de Hanoi. Los padres completaron un cuestionario sobre los hábitos televisivos y la atención del niño.
Resultados: Niños que vieron televisión de ritmo rápido realizaron las tareas de función ejecutiva significativamente peor que los otros dos grupos cuando se aplicaron los controles de atención, edad y exposicion a la televisión del niño.
Conclusiones: Solo 9 minutos de visionado de dibujos de ritmo rápido en la televisión tuvieron efectos negativos inmediatos en la función ejecutiva de los niños de cuatro años. Los padres deberían saber que programas de televisión de ritmo rápido pueden impedir, al menos temporalmente, la función ejecutiva de sus hijos.
El artículo lo encontré en el nuevo portal de artículos científicos más populares en las redes sociales, API demo, y la foto la encontré aquí.
Dicen que no podemos volar
Yo quiero ir a Noruega...
(RAE) precioso, sa. (Del lat. pretiōsus).
1. adj. Excelente, exquisito, primoroso y digno de estimación y aprecio.
2. adj. De mucho valor o de elevado coste.
3. adj. coloq. hermoso. [...]
Un boli verde, por favor
Arreglando la crisis
- Tranquilos, he dado con la solución: dejar que la gente siga trabajando hasta los 75 años. Los jóvenes que no tienen historia laboral, están en el paro pero sin derecho a subsidio (¡clin!), nos ahorramos 10 años de las pensiones de los que sigan trabajando después de los 65 años (¡clin, clin!) y los estudiantes siguen recibiendo clases inútiles, con lo que tienen que matricularse una y otra vez para sacarse una carrera (¡clin, clin, clin!) que nunca les dará trabajo, así que no podrán cotizar jamás los años necesarios para aspirar a más que la pensión mínima o la de viudedad (¡clin, clin, clin, clin!).
¡y a quién le importa dónde queden las universidades españolas en los rankings!
(versión caricariturizada de esta noticia)
Letras ilustradas, que no ilustres
Esta ilustración de la RAE por cinismoilustrado.com me ha recordado el shock que me produjo saber que la y griega ya no es i y que la i latina ya no es latina.
me llegó vía facebook
Batiburrillo
El Elogio del disidente, de Soledad Gallego-Díaz.
En España estamos ya en medio de una campaña electoral, aunque, por el momento, da la impresión de que no interesa ni lo más mínimo a los ciudadanos. Cualquiera que tenga un oído atento notará que, por primera vez en muchos años, lo que muchos quieren oír son ideas. Las ideas, lo dice el MIT y los muchachos y muchachas del 15-M, importan hoy como nunca. Sobre todo, las de los disidentes.La verdad, de Almudena Grandes.
Yo pisaré las calles nuevamente, de Pablo Milanés.La verdad, por muy remota que sea la fecha a la que remite, siempre aflora a tiempo. Algún día se sabrá quién diseñó esta crisis. Nosotros no viviremos, pero otros aprenderán quién planteó el empobrecimiento de las clases medias occidentales como una inversión rentable. Y entonces, aunque abunden los tontos que digan que no, la historia enseñará a nuestros nietos a comprender su presente, y el futuro de sus hijos.
The Responsibility of Intellectuals, Redux, de Noam Chomsky, aunque aún me lo estoy leyendo. Tiene tanta miga que no quiero dejar de añadirlo.
At the time, I quoted Robert Fisk’s conclusion that the horrendous crime of 9/11 was committed with “wickedness and awesome cruelty”—an accurate judgment. The crimes could have been even worse. Suppose that Flight 93, downed by courageous passengers in Pennsylvania, had bombed the White House, killing the president. Suppose that the perpetrators of the crime planned to, and did, impose a military dictatorship that killed thousands and tortured tens of thousands. Suppose the new dictatorship established, with the support of the criminals, an international terror center that helped impose similar torture-and-terror states elsewhere, and, as icing on the cake, brought in a team of economists—call them “the Kandahar boys”—who quickly drove the economy into one of the worst depressions in its history. That, plainly, would have been a lot worse than 9/11.
As we all should know, this is not a thought experiment. It happened. I am, of course, referring to what in Latin America is often called “the first 9/11”: September 11, 1973, when the United States succeeded in its intensive efforts to overthrow the democratic government of Salvador Allende in Chile with a military coup that placed General Pinochet’s ghastly regime in office.